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Jerónimo Gerard, cuñado de Carlos Salinas y contratista cercano a Peña Nieto, el hombre detrás del proyecto City Center
Accionista de MRP, Gerard Rivero es miembro de la élite empresarial priista que se benefició el sexenio pasado y que ahora recibe trato privilegiado del gobierno panista de León
Aunque su nombre prácticamente no ha aparecido, una búsqueda sencilla en Internet da cuenta de que el empresario detrás de México Retail Properties, la empresa que construye el mall City Center aledaño al Parque Los Cárcamos, es Jerónimo Marcos Gerard Rivero, el cuñado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Los hermanos de Ana Paula Gerard Rivero, la actual esposa del ex mandatario, Hipólito y Jerónimo, saltaron a los titulares de los medios en el sexenio de Enrique Peña Nieto, al aparecer vinculados a ventajosas concesiones y contratos de obra pública.
Hipólito, accionista de Constructora y Edificadora GIA+A, obtuvo concesiones carreteras y hospitalarias en el gobierno del priista Peña Nieto. Mientras que Jerónimo se convirtió en desarrollador e integrante de una empresa de fondeo de capitales donde se vinculó, entre otros con Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de grupo Higa y quizá el empresario más cercano del expresidente durante su paso como gobernador del Estado de México.
En su incursión en Guanajuato a través de la desarrolladora México Retail Properties, Gerard ha tenido el cuidado de no aparecer y ha sido uno de sus socios, Víctor Manuel Barreiro García Conde, quien ha fungido como líder del proyecto que enfrenta una resistencia de grupos ambientalistas, debido al riesgo potencial de que se vea afectado el cuerpo de agua de Los Cárcamos, el cual además es promocionado como uno de los principales atractivos de la plaza comercial City Center.
De acuerdo a una investigación del reportero Arturo Rodríguez, de la revista Proceso, Jerónimo Marcos Gerard habría participado en el gobierno de Carlos Salinas como asesor del subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Francisco Gil Díaz. Ya no lo acompañaría durante su gestión como titular de Hacienda, en el sexenio de Vicente Fox Quesada, pues se convirtió en vicepresidente de finanzas de la multinacional española Telefónica, a donde casualmente arribaría Gil Díaz como presidente para México y Centroamérica en 2007, al término del gobierno foxista.
Con la creación del grupo promotor y financiero MRP, Gerard incursionó en el desarrollo de centros comerciales, donde ha tenido un historial cuajado de polémicas. Su llegada al Bajío no ocurrió en City Center, su página de Internet incluye al menos un pequeño centro comercial en Salamanca, Patio Salamanca, con 6 mil metros rentables y una Bodega Aurrera como tienda ancla, un desarrollo de clase C y D, sin el glamour con el que el grupo maneja otros espacios.
No es el caso de City Center, un espacio que ya terminado dispondrá de 70 mil metros cuadrados donde se integrará comercio, entretenimiento, oficinas, residencias y hotelería y que agrega a sus amenidades “un lago y un parque”, que no son otros que Los Cárcamos y su humedal.

En una entrevista con la publicación Líderes Mexicanos, Jerónimo Marcos Gerard señala que su empresa MRP persigue crear experiencias para la gente:
“Es importante que los empleados estén contentos, que generemos empleos y valor para nuestros accionistas, pero de lo que me siento más feliz es ver que hay proyectos bonitos y exitosos que funcionan y le dan comodidad a la gente”.
La otra cara de Gerard: Tradeco
Los patios de compras y los malls no son el único tipo de experiencias en las que incursionan las empresas dirigidas por Jerónimo Marcos Gerard. En los gobiernos de Felipe Calderon y Enrique Peña Nieto, el fondo Infraestructura Institucional o I2, presidido por el cuñado de Salinas, financió la construcción del CEFERESO de Ramoz Arizpe, en Coahuila, realizado y operado por la empresa Operadora de Infraestructura Especializada de Guanajuato.

Este centro penitenciario recibió recientemente al 90 por ciento de los internos reubicados desde el penal de las Islas Marías. En el sexenio de Enrique Peña, la obra recibió un respaldo de 350 millones de pesos del Fondo Nacional de Infraestructura, quedando el resto de la inversión, mil 126 millones de pesos, a cargo de los fondos provenientes de dos fideicomisos integrados por Gerard Rivero.
No solo el negocio del cautiverio fue atractivo para las empresas controladas por Jerónimo Marcos Gerard. De acuerdo a una reciente investigación de Proceso, a cargo de Mathieu Tourliere, los fideicomisos financiaron megaproyectos de Grupo Higa e, incluso, el gasoducto Los Ramones, concesionado a la empresa brasileña Odebrecht, responsable del caso más investigado y extendido de sobornos a gobiernos en América Latina y del cual solo México se ha negado a ir a fondo hasta ahora.

Integrante de la élite priista
El inversionista principal de MRP, desarrollador de City Center, vio un despegue en sus negocios con la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República. Fue socio en algunos proyectos carreteros de su hermano, Hipólito Gerard Rivero, en la empresa GIA+A, la cual recibió contratos por más de 5 mil millones de pesos en el sexenio pasado.

En una de sus filiales, I2 Zumpango, Gerard Rivero presidía un consejo donde aparecían como integrantes Juan Armando Hinojosa y Pedro Chuayffet Chemor, hermano del mentor político de Enrique Peña Nieto, Emilio Chuayffet. Con uno de sus fideicomisos, F/00735, el cuñado de Salinas financió con 600 millones de pesos la construcción de la carretera Toluca – Naucalpan a Autopistas de Vanguardia, la constructora de Hinojosa Cantú, en otro de los megaproyectos que catapultaron al gobernador mexiquense hacia la candidatura priista a la presidencia en 2012.
Gerard Rivero es, por derecho propio, un integrante de la élite empresarial que construyó el regreso del PRI a la presidencia de la República y que se benefició de ello.
Hoy, en el invierno de ese partido político, que pese a todo sigue en manos de los cercanos a Salinas de Gortari, parece haber encontrado un nicho de oportunidad en el corazón del Guanajuato panista, al asociarse con los empresarios locales Omar Quezada y Oscar Webber para un desarrollo que ha alertado a los grupos de preservación del medio ambiente, pero que ha recibido todo el cobijo del alcalde Héctor López Santillana.

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19 de mayo de 2019, 16:46
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