
Autores:

Alianza de defensoras y periodistas, necesaria ante violencia y freno a derechos de mujeres en Guanajuato
Presentan libro testimonial que reconoce activismo y labor informativa en contexto de riesgos por crimen organizado, desapariciones y conservadurismo panista
En el contexto de Guanajuato, marcado por el control del crimen organizado en el territorio y el freno de los derechos de las mujeres por un gobierno conservador, periodistas y defensoras se han unido para acompañar a víctimas, buscar a sus seres queridos, así como investigar y relatar estas realidades a través de los medios de comunicación.
Sus voces -mujeres buscadoras, defensoras y periodistas- forman parte del libro Hilando Historias, Tejiendo Esperanza, pieza colectiva impulsada por Prensa CIMAC, Consorcio Oaxaca y el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM).
El Museo de Arte e Historia de Guanajuato fue el espacio donde seis periodistas y defensoras presentaron el resultado de este proyecto el viernes 24 de octubre.
Entre las participantes de Guanajuato se encuentran Ángeles Enríquez Rincón, directora del Centro Victoria Díez; Verónica Cruz Sánchez, directora de Las Libres; Olimpia Montoya Juárez, líder del Colectivo Proyecto de Búsqueda; Gabriela Montejano Navarro, periodista e integrante del Consejo Estatal de Protección de Personas Defensoras y Periodistas; Verónica Espinosa Villegas, periodista y consejera ciudadana del Mecanismo Federal de Protección; y Evelina Guzmán, representante del colectivo Justicia y Esperanza.
“Este libro ilumina en medio de una realidad tan dura. Nos recuerda que la defensa de los derechos humanos también es un acto de esperanza. Guanajuato está marcado en los últimos años como una entidad donde el crimen organizado se ha incrustado en diversos territorios”, expresó Ángeles Enríquez Rincón, directora del Centro Victoria Díez.

Izquierda: Cirenia Celestino, Jorge Jiménez Lona, Ángeles Enríquez y Olimpia Montoya. Foto: especial
A través de procesos socioeducativos y organizativos, esta organización surgida en 2001 promueve y defiende los derechos humanos de las mujeres que viven en contextos de pobreza, marginación y exclusión en León, Guanajuato, específicamente en el polígono conocido como Los Castillos.
Desde la semilla que dio origen a la resistencia desde sus distintas trincheras, hasta las vicisitudes a las que se han enfrentado a lo largo de sus caminos y trayectorias, son parte de estos testimonios que transitan por un miedo que no frena, sino que moviliza, por la resiliencia y por la esperanza.
“El PAN nos puso enfrente el desafio de luchar por nuestro a derecho a decidir, por nuestro derecho al aborto y desde entonces Las Libres decidimos hacer enojar a las estructuras gubernamentales, mover a la sociedad, cambiar el imaginario social con historias de mujeres y niñas víctimas de violación a las que se les negaba el acceso a aborto legal”, recordó Verónica Cruz, defensora de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con más de 25 años de trayectoria en Guanajuato desde el Centro Las Libres AC.
Esta organización organización surgió en agosto de 2000, cuando el Congreso local aprobó una reforma para eliminar la excepción de violación en el Código Penal, lo que implicaba encarcelar a las mujeres víctimas de violación que intentaran abortar, con penas de hasta ocho años de prisión.
Mujeres organizadas que se aferran a construir mejores mundos “desde la esperanza”. Este ímpetu atraviesa no sólo a las mujeres defensoras, sino a las mujeres periodistas que desde su labor han acompañado a sostenido no sólo a sus gremios, sino a las luchas que se narran desde el periodismo.

Gabriela Montejano, Verónica Cruz Sánchez y Cirenia Celestino. Foto: Especial
Esta sinergia, a decir de Cirenia Celestino, Coordinadora de Estrategias de Comunicación de CIMAC, ha permitido construir estrategias conjuntas entre ambos frentes.
“Estamos convencidas que el periodismo es una gran herramienta para la defensa de los derechos humanos, podemos ser grandes aliadas para la defensa de los derechos de las mujeres”, afirmó.
De acuerdo con Cirenia Celestino, desde 2010 al menos 27 buscadoras han sido asesinadas en México. Nueve de estos crímenes fueron cometidos en Guanajuato, entidad donde también han sido asesinados seis periodistas.
Gabriela Montejano, periodista y directora del medio Informativo Ágora, con cobertura en la región Laja-Bajío que ha sido duramente azotada por la violencia al menos desde 2018, y donde el periodismo se ha visto duramente amenazado no sólo por la presencia de organizaciones criminales, sino por las propias instituciones, reflexionó respecto a la relevancia de este oficio en el contexto estatal.
“Nuestro querido Guanajuato es tan extenso, con situaciones diversas y complejas para hacer periodismo y defensa de derechos humanos, yo como periodista me asumo como defensora del derecho a la información, porque como periodistas debemos ser empáticos, exigir libertades y defender la justicia, aquél que no lo hace se convierte en un cronista del poder”, sentenció Montejano.
Pero frente a los lazos solidarios de periodistas, personas defensoras y buscadoras, y los logros alcanzados dentro de las mutuas exigencias que han dejado leyes y mecanismos de protección a nivel federal y estatal, prevalece el desinterés y el dolo institucional.
Así lo reflejó la periodista Verónica Espinosa, quien desde 2012, emprendió el camino que inició con el asesinato de Regina Martínez. La periodista veracruzana y corresponsal de la revista Proceso fue privada de la vida durante el gobierno del priista Javier Duarte.
“Quisieron criminalizar, quisieron crear una historia de un crimen pasional, fue algo burdo, vulgar, grosero, ofensivo que a muchas de nosotras nos enardeció, nos pareció un insulto a su memoria, a su calidad profesional, a su intachable trabajo y entonces empezamos a buscar esos espacios de participación, luego de salir a las calles, a tener diálogos con autoridades, gestionar leyes, participación en foros”, relató la periodista.

Verónica Espinosa, periodista. Foto: especial
Y ha sido en esta exigencia no sólo por justicia a los crímenes cometidos contra personas defensoras y periodistas, sino por la articulación de mecanismos, consejos, redes y leyes que protejan el ejercicio de estos derechos, que el movimiento de colectivos de búsqueda en el país, principalmente integrados por mujeres, ha sido fundamental para hacer visibles los entramados de violencia que atraviesan a distintas poblaciones en México.
Entre estas complejidades, está además la desaparición y asesinato personas que buscan a sus seres queridos desaparecidos, que por la composición de los colectivos, son en su mayoría mujeres.
Olimpia Montoya, quien busca a su hermano Marco Antonio Montoya, desaparecido en 2017, recordó a sus compañeras de lucha: Lorenza Cano y Alejandra, desaparecidas en 2024.
“Hoy todavía tenemos que hablarle a la sociedad de que las personas que se encuentran desaparecidas no son criminales, no es porque andaban en malos pasos, es toda una estructura que las llevó a que fuesen desaparecidas”, explicó la buscadora.
Entre los asistentes estuvieron también autoridades estatales y municipales, así como representantes de organizaciones civiles, entre ellos Jorge Jiménez Lona, secretario de gobierno; Karla Alcaraz Olvera, procuradora de los Derechos Humanos; Héctor Díaz Esquerra, comisionado estatal de Búsqueda; y Víctor Aguirre Armenta, subsecretario de Derechos Humanos. Todos coincidieron en algo: las historias narradas en el libro no son solo testimonios, son llamados urgentes a no olvidar.
27 de octubre de 2025, 20:07
Explora más contenido de este autor
Descubre más artículos y perspectivas únicas
Artículos relacionados a esta publicación

Opinión
12 meses, 45 agresiones a periodistas y personas defensoras en Guanajuato
En el último año, 45 periodistas y personas defensoras de derechos humanos fueron agredidos, según el Consejo de Protección en Guanajuato, en un periodo que abarca de abril de 2019 a marzo de 2020

