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12/5/2025
Leopoldo-Maldonado

COLPIN 2025: “La verdad no se rinde”

"El mensaje que prevaleció fue de resistencia y cooperación concluyéndose que el trabajo colaborativo puede romper los cercos nacionales de censura. El COLPIN subrayó como principio esencial que la defensa del periodismo no es una causa gremial, sino ciudadana".

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    En Buenos Aires, entre el 5 y el 8 de noviembre, se celebró una nueva edición de la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (COLPIN) 2025, el encuentro más importante de periodismo de investigación en América Latina, organizado por el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), en alianza con Artículo 19, Unesco, la Cooperación Española, Transparencia Internacional, La Nación y otras organizaciones. Más de un centenar de periodistas, académicos, activistas y especialistas en libertad de expresión se reunieron para debatir sobre los desafíos que enfrenta el oficio en una región marcada por la censura, la violencia y la desinformación.

    El foro, que contó con la participación de profesionales de más de veinte países, dejó como conclusión que la investigación periodística sigue siendo una de las últimas herramientas efectivas contra la corrupción, el autoritarismo y la impunidad. En medio del retroceso democrático que vive la región, el COLPIN reafirmó que el periodismo no sólo documenta los abusos del poder, sino que contribuye a mantener viva la conciencia pública.

    Los Premios COLPIN 2025 reconocieron los mejores trabajos de investigación del continente entre 300 postulados. Entre los galardonados se destacaron proyectos que revelaron redes de corrupción transnacional, abusos ambientales y violaciones graves de derechos humanos. 

    El primer lugar lo obtuvo la investigación Farra en el INSS, de Luiz Vassallo y Fabio Leite (Metrópoles, de Brasil), que trata de cómo el Instituto de Seguridad Social en Brasil permite deducciones millonarias indebidas en las pensiones de jubilados. El segundo lugar fue un empate entre el trabajo de investigación TelevisaLeaks (Aristegui Noticias), que da cuenta de un grupo de desinformación creado en la poderosa televisora; y Buscando a Mikelson, de Juan Martínez d’Aubuisson (Dromómanos y Redacción Regional) que narra la historia de apartheid contra la población migrante haitiana en República Dominicana. El tercer lugar fue para No fuimos Dinamarca, de Nayeli Roldán (Animal Político) que aborda los recortes al sistema de salud que provocaron falta de insumos básicos en hospitales afectando a pacientes y médicos en México.

    La diversidad temática y geográfica de los trabajos premiados —que abarcan desde Argentina, México, Perú, Colombia, hasta Centroamérica— demuestra que el periodismo latinoamericano mantiene una capacidad formidable para incomodar a los poderes (formales y fácticos), pese a condiciones políticas y económicas sumamente adversas. Son investigaciones que combinan tecnología, rigor y cooperación transfronteriza para seguir ejerciendo la función de informar sobre temas de alto interés público como parte esencial de la democracia.

    Pero el foro también sirvió para mirar hacia adentro. Los periodistas debatieron sobre los nuevos mecanismos de censura que se expanden por la región. Se enumeraron el acoso judicial, la vigilancia digital, las leyes de censura encubiertas, la disminución de mecanismos de transparencia institucional y la precariedad laboral. Por su puesto no se olvidan las amenazas físicas y la violencia letal en la región sin una guerra declarada en la que más periodistas son asesinados. Los casos de persecución, estigmatización e intimidación en Argentina, México, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, entre otros,  fueron puestos como ejemplo de una tendencia peligrosa. Gobiernos que, bajo discursos de seguridad o soberanía, despliegan herramientas tecnológicas para vigilar y leyes para controlar la información. 

    Aun así, el mensaje que prevaleció fue de resistencia y cooperación concluyéndose que el trabajo colaborativo puede romper los cercos nacionales de censura. En ese contexto, el COLPIN subrayó como principio esencial que la defensa del periodismo no es una causa gremial, sino una causa ciudadana. La protección del periodismo de investigación es, por tanto, una obligación democrática que compromete a los estados, a las instituciones judiciales y a los organismos internacionales.

    Los premios entregados en Buenos Aires fueron verdaderos actos de reafirmación profesional. Cada investigación premiada representa horas de riesgo, precariedad y valentía. En un tiempo donde el sensacionalismo y la propaganda amenazan con sepultar la información verificada, el periodismo de investigación latinoamericano sigue demostrando que la verdad no se rinde, aunque el poder la quiera silenciar.

    El COLPIN 2025 deja una advertencia y una esperanza. La advertencia es que las democracias latinoamericanas se erosionan cada vez que un periodista es demandado, vigilado o asesinado. Y la esperanza radica en que haya periodistas dispuestos a investigar, publicar y resistir, a la par de una ciudadanía capaz de defender su derecho a saber.

    De esta manera, el periodismo se convierte en una forma de resistencia civil frente al olvido y la mentira. Y en esa tarea, Buenos Aires fue —una vez más— el lugar donde la verdad encontró refugio.

    18 de noviembre de 2025, 00:00

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