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12/14/2025
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DÍAS DE GUARDAR Domingo 18 de mayo de 2025

*Distrito 3: especulación urbana y disputa política; *Derechos de las mujeres: no llegaron todas: *Seguridad, la asignatura de mejor calificación

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    1.- Defensa del territorio en la zona dorada de León

    No todos los efectos de la polarización que ha vivido el país en los últimos años son indeseados.

    La movilización de sectores de la sociedad de nivel alto y medio alto en contra de las políticas del gobierno de la Cuarta Transformación, ha despertado una capacidad de agencia y de organización donde tradicionalmente había resistencia a coordinarse y actuar para la defensa de derechos.

    De la Marea Rosa a las caravanas en favor de la candidatura de Xóchitl Gálvez, en ciudades como León, ciudadanos en posiciones de mayor o menor privilegio social descubrieron que tenían voz y que podían hacerse escuchar ante el abandono de los políticos, incluso aquellos a los que por décadas habían apoyado.

    En la mayor urbe del estado fue notorio cómo el PAN, como estructura política, más allá de militancias aisladas, abandonó luchas como la defensa del INE y la campaña presidencial opositora.

    En los meses previos a la elección de 2024, tanto en la elección de sus candidatos como en las campañas electorales, el PAN del exgobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo apeló exclusivamente a sus bases “movilizables”, el eufemismo con el que ahora se conoce al vil acarreo, realizado con recursos públicos bajo cuerda o con dineros privados no fiscalizables.

    Así, mientras el PAN se mimetiza con el más viejo y exitoso PRI, el mismo contra el que se alzó la insurgencia foxista de los años noventa del siglo pasado, sectores de la sociedad empezaban a desconfiar de ese partido que por años los representó sin fisuras y, en consecuencia, a buscar sus propios mecanismos de expresión.

    Hoy, el PAN de Libia Dennise García Muñoz Ledo da un paso adicional en la toma de distancia con la clase social de la que emergió su éxito político, al apostar a las transferencias directas de recursos como mecanismo de construcción de una base político-electoral. Para muchos de sus viejos electores, ese PAN ha pasado de empriizarse a morenizarse.

    No ayuda tampoco el conflicto, iniciado por Diego Sinhue y continuado por Libia, con organizaciones del empresariado a las que el gobierno disputa la gestión del FIDESSEG que él mismo le había cedido, en lo que más que una redefinición de políticas se ha convertido en una disputa de egos.

    Estos son los antecedentes que preceden y circundan a un nuevo conflicto entre ciudadanos que hasta ahora han constituido una firme base electoral del PAN y autoridades de ese partido, en este caso la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos. Se trata de la inconformidad ante las autorizaciones y el respaldo otorgado al desarrollo inmobiliario que incluye vivienda, comercios y hoteles, denominado Reserva Norte.

    Más allá de los detalles técnicos del debate sobre viabilidad y sustentabilidad del proyecto, aquí lo que revisamos es su contexto político y sus posibles derivaciones en los escenarios por venir en la ciudad y el estado.

    Esta vez la administración panista de Alejandra Gutiérrez, una política que mostró aspiraciones para buscar la candidatura al gobierno del estado, no se ve confrontada por ciudadanos que no comulgan con su proyecto, sino fundamentalmente con la base dura de su propio electorado, en el distrito 3 Federal.

    Recuérdese, si se tiene alguna duda, el resultado electoral de 2024: Xóchitl Gálvez obtuvo el 59 por ciento de los votos por un 32 por ciento de Claudia Sheinbaum, casi un doblete, algo inédito en el resto del país. En la elección de diputado federal, la alianza en torno al PAN alcanzó más del doble de los votos que Morena y aliados.

    Ese es el territorio donde hoy se localiza un movimiento no visto hasta ahora, donde una base social genuina de colonos de áreas residenciales preocupados por el deterioro de la calidad de vida en su entorno, producida por una nula aplicación de los ordenamientos de planeación urbana y de equilibrio ambiental, han interactuado con un activista de derechos humanos y causas ambientales como Juan Pablo Delgado, quien además ha sido dos veces candidato a la alcaldía, una con carácter ciudadano y otra ya como militante de MC.

    La grieta que puede abrirse en la hegemonía histórica del PAN en ese distrito en particular y en León de forma más amplia, es algo que debería estar preocupando al más alto nivel en las filas del blanquiazul, pero no parece ser así, no se sabe si porque ya no existe ese “alto nivel” o, sencillamente, porque están ocupados en otras cosas.

    Poco ayuda al PAN el choque sin inhibiciones entre la gobernadora y la alcaldesa; menos aporta el bajo perfil adoptado por la dirigencia de Aldo Márquez y Juana de la Cruz Martínez, que arribaron allí bajo el cobijo de un acuerdo entre Diego Sinhue y Libia que hoy parece diluido, si no es que roto.

    Mientras eso ocurre en los altos niveles, en los sótanos del panismo ya se dibuja una disputa teñida de mezquindades entre aspirantes a la candidatura a alcalde que se adelantan aún con descuido de sus actuales funciones: Jorge Espadas en el Congreso y Allan León en la alcaldía. Mientras, confiados en que esa disputa les dé una oportunidad, se agazapan en la imaginaria Miguel SalimLuis Ernesto Ayala y Jorge Jiménez Lona.

    Veremos qué produce esta mezcla de circunstancias adversas, descuidos institucionales, ambiciones sin coto y especulación empresarial.

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    2.- Tiempo de mujeres, pero no de todas

    En el Congreso del Estado, el PAN se resiste con todo a las modificaciones legales para despenalizar la interrupción del embarazo y garantizar la interrupción voluntaria del mismo, como derecho de las personas gestantes.

    La actitud no puede desligarse de la postura aparentemente aperturista que sostuvo en campaña y antes en su historia como militante y legisladora, la gobernadora del Estado Libia Dennise García Muñoz Ledo.

    No puede alegarse que el PAN tiene autonomía legislativa, cuando acabamos de ver cómo la voluntad de la gobernadora para designar al nuevo fiscal general del estado, fue acatada con disciplina espartana.

    Tan enfilada estaba la mandataria estatal a mostrar un rostro diferente de su partido, que fue su decisión inocultable negar la posibilidad de regresar al Congreso local a la legisladora Cristina Márquez Alcalá, la mayor opositora a la despenalización del aborto, para enviarla como candidata al Congreso Federal.

    Sin embargo, los guiños de la campaña, la postura aperturista, el nuevo rostro del PAN, simplemente quedó atrás. Libia decidió no contraponerse con las corrientes más duras de su partido y sobrellevar el costo de la crítica y la confrontación con las organizaciones defensoras de derechos de las mujeres.

    As quedó por demás claro en la posición manejada por el Poder Ejecutivo a través de la Consejería Jurídica de Alejandro Sierra, la cual sin duda debió ser conocida por la mandataria, y que solo hace un compendio de referencias legislativas, sin tomar postura y dejando la responsabilidad en manos de un Congreso donde, pese a las purgas, aún son dominantes las posiciones conservadoras.

    El techo de cristal no se rompió del todo ni para todas.

    3.- Seguridad: la política más exitosa del estado

    Mientras en la mayor parte de los frentes oficiales, las cosas no están despegando con la velocidad que lo quisiera la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo, donde sí puede jactarse de avances significativos, aún con su tinte de provisionalidad, es en la complicada área de la seguridad pública y la prevención del delito.

    Ahí donde los gobiernos de Miguel Márquez y de Diego Sinhue fracasaron de manera estrepitosa, incluso renunciando de forma explícita a su responsabilidad, para dejar actuar a sus anchas a dos funcionarios que construyeron un reino de impunidad e incompetencia, la primera gobernadora de la historia panista ha mostrado decisión y compromiso.

    Cuando se decidió la remoción de Carlos Zamarripa y Alvar Cabeza de Vaca, muchos suponíamos que lo complicado no iba a ser retirarlos, sino sustituirlos con perfiles competentes, parece que eso ya ocurrió.

    Con menos ínfulas que su antecesor, Juan Mauro González está mostrando operatividad y capacidad de anticipación. Sin duda lo ayuda la coordinación gestionada por la propia gobernadora con las instancias federales, pero el secretario de seguridad está haciendo su tarea y lo que hay que esperar es consistencia a lo largo de todo el sexenio.

    El fiscal Gerardo Vázquez Alatriste parece más activo en construir para sí una imagen de cercanía que en agilizar las taras acumuladas en las oficinas de los fiscales del fuero común, donde todavía no se nota el cambio de liderazgo.

    Su papel será fundamental para que a la tarea de prevención y de vigilancia le siga una eficiente procuración de justicia que permita que los detenidos que con tanto bombo presentan sus canales de propaganda, se queden verdaderamente tras las rejas y purgando las penas que correspondan a los delitos cometidos.

    Por lo pronto se le ve más apertura que el siempre hosco Zamarripa, esperemos que no solo sea una máscara mediática, sino una verdadera convicción de transparencia.

    Sin embargo, en vía de mientras y en el trance de su segundo semestre como gobernadora, Libia ya puede presumir cifras que se veían lejanas hasta hace no mucho. Ese paso debe continuar.

    18 de mayo de 2025, 00:00

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