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El Santa Claus de la DrogaCola
"Santa Claus promocionando la DrogaCola, la Navidad capturada por la DrogaCola. En un país que tiene prohibido el uso de elementos atractivos para la infancia para la promoción de productos que no son saludables, las Caravanas Navideñas de Coca-Cola no solamente son permitidas con la complicidad de las autoridades federales, sino también con la complicidad de los gobiernos municipales".
Serge Ahmed, científico de la Universidad de Burdeos, Francia, llamó la atención mundial al presentar un experimento sobre adicciones en ratas. Señaló: "Trabajamos el potencial adictivo del azúcar y pedimos a una rata que eligiera entre azúcar y drogas muy adictivas, como la cocaína o la heroína. La mayoría de las ratas prefirió el azúcar a la cocaína, incluso aquellas que tomaron cocaína durante muchos meses antes de presentarles la disyuntiva… Eso indica que el azúcar tiene un gran potencial adictivo comparado con otras drogas". Ahmed señaló que el 94 por ciento de las ratas se quedó con el azúcar.
El azúcar fue proporcionada a las ratas diluida en agua, como lo es nuestro mayor consumo de azúcar diluida en ese líquido que llamamos refresco. Es el refresco, y en especial la Coca-Cola, el medio que representa nuestro mayor consumo de azúcar, un elemento altamente adictivo. Y en México, justamente el azúcar diluida en forma de refresco es la mayor causa de diabetes, como lo reporta otro estudio científico. La adicción al refresco, al azúcar a través del refresco, nos pone en los primeros lugares a escala mundial en casos de diabetes y muerte por diabetes.
¿Cómo ver entonces a Santa Claus promocionando el consumo de Coca-Cola, y bebiendo la propia Coca-Cola? ¿Cómo ver a los ositos polares, tan amados por niñas y niños pequeños, en forma de peluches, verlos en vivo humanizados, agrupados en una familia, desfilando por las calles principales de sus ciudades, bajo el logo de esa bebida azucarada? ¿Cómo ver todo ese desfile que es la expresión más acabada de la captura que ha hecho la refresquera, Coca-Cola, de la Navidad?
Santa Claus promocionando la DrogaCola, la Navidad capturada por la DrogaCola. En un país que tiene prohibido el uso de elementos atractivos para la infancia para la promoción de productos que no son saludables, las Caravanas Navideñas de Coca-Cola no solamente son permitidas con la complicidad de las autoridades federales que deben aplicar la ley y no permitirlas, sino también con la complicidad de los gobiernos municipales que aportan recursos para la vigilancia, los controles de tránsito, la limpieza y demás, para que la empresa realice su magno acto publicitario con mayor impacto en la infancia.
Las Caravanas Coca-Cola implican dos grandes violaciones a la ley, por lo que las empresas tendrían que ser sancionadas. Primero, las Caravanas violan el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad, ya que ningún producto que tenga un sello o leyenda puede utilizar personajes infantiles (Artículo 24 Bis del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad). La Caravana, al promocionar los productos de Coca-Cola, justamente basa su publicidad en personajes infantiles: el oso navideño, Santa Claus, los renos navideños, etc., y en elementos profundamente simbólicos asociados a la Navidad. Difícilmente pueden encontrarse personajes y símbolos con mayor penetración en la infancia, por todos sus elementos imaginarios, que la Navidad.
Por otro lado, al ser una publicidad que se aprovecha de la vulnerabilidad de NNA, se clasifica como publicidad engañosa y abusiva, ya que contiene información artificiosa y exagerada, entre otras características (Artículos 1 fracciones I, VII, 25 bis, 32, 35 y 107 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, así como los artículos tercero, séptimo, octavo fracción III, décimo primero y décimo sexto fracciones VI y VIII de los lineamientos para el análisis y verificación de la información y publicidad).
En la antigua Roma se acuñó la frase “Pan y Circo” para explicar la estrategia para mantener al pueblo apaciguado, brindándole alimento y entretenimiento para ocultar los problemas políticos y sociales que vivían.
En el mundo de la publicidad, el circo de las Caravanas se ofrece para ocultar los daños de un producto, vistiéndolo de alegría, fiesta, familia, paz, amor, etc. Se maquilla así la Coca-Cola de todos estos elementos positivos, ocultando y desviando la atención sobre la evidencia de sus daños. De esta manera se normaliza su consumo, se introduce en la cultura, la familia y la vida diaria, conjuntándose la adicción fisiológica con la psicológica, que es producida por una publicidad que vincula el producto con todos esos aspectos positivos.
La autoridad tiene las herramientas para detener estas prácticas, especialmente cuando se dirigen a la infancia, estrategias a través de las cuales estas grandes corporaciones abusan de la mayor vulnerabilidad de las infancias frente a la publicidad. Está en COFEPRIS y PROFECO aplicar la ley.
20 de noviembre de 2025, 08:53
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