Cuatro días sin saber de ella…

Rocío González Mireles es la voz que denuncia la desaparición de su hija desde el pasado sábado en la capital del estado, era 18 de julio, el tiempo se ha detenido, cuatro días , 96 horas sin que su única hija Paola Hernández González de 16 años regrese a casa, en la ciudad de Guanajuato capital.

Ese sábado Rocío se despidió de su única compañía en casa, su hija, lo hizo previo a las 10 de la mañana al salir a su trabajo. Como solía hacerlo de manera recurrente le acercó el desayuno a su habitación, la persigno, de despidieron planeando comer y ver películas al regreso de la jornada laboral de mamá. Fue la última vez que la vio, y al hacerlo no notó nada raro, era su hija la misma adolescente introvertida y afectuosa de siempre, incluso se asomará por la ventana para despedirla (…) ¡nos vemos en la tarde mamá! (…). Siempre comían juntas, o casi siempre.

Es a las 15:30 horas cuando Rocío termina su jornada en una tienda de abarrotes donde tiene un año trabajando cuando comienza a llamar a casa para avisar a su hija de su regreso. Ella no contesta. No hay otra forma de comunicarse, la joven no tiene celular. Este silencio, que no había ocurrido antes comienza a preocupar a Rocío quien se comunica con su abuela, con sus padres para preguntar por su hija, nadie la ha visto, señalan. A nadie le avisó al salir.

Al confirmar que no está en casa, Rocío acudirá a las instalaciones de Seguridad Pública Municipal en calle Alhóndiga, eran las 16.15 horas. Paola no salía sin avisarle y cuando requería un permiso no lo solicitaba por teléfono, solía hacerlo cuando su mamá llegaba a casa. En este lugar dará información, y será canalizada a las instalaciones de la Fiscalía donde presenta la denuncia con número 65921-2020. En ese momento le indicarán “no podemos hacer más, debemos esperar que pasen 72 horas para que ellos puedan verificar que sí está desaparecida y no está con algún amigo”.

La única información que hasta ahora le ha aportado la Fiscalía es que la vieron en la central de autobuses de Guanajuato a las diez de la mañana, es decir, casi cuando se despidió de su mamá, de acuerdo lo que le indican ella vestía una falda de olanes negra a la altura de la rodilla, una gabardina color negra y unos zapatos de tacón grueso también, según corroboró su mamá, sí coincide con vestimenta propiedad de Paola. Primero le indicaron las autoridades que ella estaba sola en ese lugar, hoy le refieren que presuntamente estaba con un hombre del que se desconoce perfil. Es todo lo que le han informado.

Con el argumento de que “no se han revisado por videos porque no tienen la orden judicial” no se tiene mayor información. Rocío en cambio no ha parado, llamadas, visitas a amigos, búsqueda en redes sociales. La computadora de uso de Paola la entregó ayer martes a la Fiscalía, no se encontró nada.

Una frase inquietante que recibe Rocío cada vez que asiste a preguntar avances en la Fiscalía es “no podemos hacer nada más, la vida de su hija no corre peligro, hasta que nosotros sepamos que la vida de su hija corre peligro, en peligro de muerte… haremos algo más..”

Fotos: cortesía

Yo sé quién es mi hija…

(…) La relación con mi hija es más bien de hermanas, crecimos juntas (…), al señalar esto Rocío no solo se refiere al hecho de haber conocido la maternidad con Paola a los 17 años, sino al sinfín de actividades que han compartido desde entonces. La figura paterna de Paola ha sido el abuelo, la infancia y adolescencia de Paola desde entonces se ha desarrollado en un modelo de familia extensa. Entre los abuelos, tíos, tías y Rocío han participado en su crianza, cuidados y tiempos, previo a la pandemia, aún la acompañaban a la escuela Preparatoria Oficial de donde es estudiante de segundo semestre, por cierto una estudiante dedicada, su mamá señala con orgullo:

(…) Mi hija siempre ha sido buena estudiante, ha recibido becas por su desempeño, jamás he recibido una sola queja de ella, creció muy cuidada no sabe moverse completamente por la ciudad porque la mayor parte del tiempo la transportábamos algún integrante de la familia (…).

Ahora mismo cuenta con el recurso que otorga el gobierno federal a los y las estudiantes del nivel medio, justo ese fin de semana recibió el deposito correspondiente, mismo que ella administraba. Las autoridades de la Fiscalía tampoco le han informado si hay movimientos en esa tarjeta.

Desde niña y hasta la fecha la personalidad de Paola fue y es introvertida, tímida, así coinciden al describirla madre y tía presentes durante esta entrevista. Adicional, destacan su afición por el deporte, en fechas recientes asistir a gimnasio a practicar box, algunos otros días práctica natación. Y durante días seguidos disfruta elaborando dibujos, rostros y paisajes son sus favoritos a practicar.

(…) Paola no tuvo primos de su edad, yo también fui hija única, imagino que eso propició que ella tuviera afición por actividades individuales, siempre ha sido tranquila, de pocas amistades incluso yo conozco a sus amigos he hablado con ellos y nadie sabe que ha ocurrido con ella (…)

Aficionadas a salir de campamento madre e hija y a deportes extremos. (…) nos divertimos juntas y también discutíamos, llegué a conocerle dos parejas (…) según tengo entendido ahora no tiene pareja (…). En esta parte de la charla Rocío hace una pausa y señala que es ahora que su hija está desaparecida cuando presuntamente se entera que pudiera caber la posibilidad de que tuviera una pareja a la que no conocía, un joven de su edad compañero de la escuela. Esto lo sabe por propias indagatorias, no ha dejado de preguntar y buscar desde el sábado a su hija y respuestas que le aporten a su búsqueda. Ya buscó al chico, quien le indicó no conocer el paradero de Paola.

Rocío asegura que entre ambas había confianza para hablar de todos los temas, sin embargo no deja de reconocer que la juventud de su hija, su personalidad tímida también pudieran provocar falibilidad.

Son cuatro días sin saber de ella, todo es preocupante. Rocío se pregunta ¿qué estará comiendo?, Paola no come carne ni verduras, desde niña solo pescado, pastas y algunos alimentos, tiene hábitos rígidos. También le alarma el hecho de que su hija desde hace cinco años consume medicamentos controlados, le fue diagnosticada y tratada desde entonces posible depresión, los días de confinamiento por COVID-19 le agravó su estado de ansiedad. No se llevó ningún medicamento, todos permanecen en su habitación, le son indispensables y así lo comunicó a la Fiscalía (…) no sé si no le den importancia a esta información o la estén minimizando… no la buscan a pesar de ello (…).

Los días previos a su desaparición, Paola parecía estar tranquila, en paz (…) hoy siento que ha sido un problema que nunca le enseñé a conocer los lados negativos del mundo, de las personas, quise protegerla (…). En su desesperación y desolación Rocío comienza a castigarse con culpas que solo ahondan el dolor y desarticulan su ánimo, comportamientos habituales en estos casos de máxima angustia.

"Saldré a tomar la calle por el regreso de mi hija"

Rocío no ha dormido, apenas ha comido desde el sábado, está legítima y explicablemente preocupada. Sus ojos están hinchados, su cuerpo ansioso, necesita escuchar repetidamente hasta saber que su hija regresará con vida.

En el pasado mes de marzo su hija le expresó su deseo de participar en la marcha feminista que se realizó en el centro de la ciudad, en aquellos días hablaba con su hija de feminicidios, de las violencias a las mujeres. No asistieron, les dio temor lo que pudiera ocurrir en una marcha que se anunciaba multitudinaria.

Con ese antecedente ha decidido salir a tomar las calles, lo hará al cumplirse cinco días de la desaparición de su hija, los compañeros y compañeras de escuela de Paola le acompañaran. La cita es este miércoles 23 de julio a las 11 de la mañana en Embajadoras, punto conocido de referencia. Nunca antes ha participado en una marcha, esta vez se trata de su hija y está desesperada. Como primer parada llegarán a la Presidencia Municipal, ningún autoridad se ha acercado con ella, al día de hoy quiere interpelar su indiferencia, posteriormente acudirá a las instalaciones de la Fiscalía, le urgen respuestas, que Paola regrese sana y salva a su casa es la consigna y exigencia.

A las autoridades de la Fiscalía su justo reclamo

(…) No está en juego no objeto, es la vida de una persona, de mi hija, como de las muchas mujeres que están desaparecidas y que nunca encuentran, sus protocolos hacen perder tiempos e interrumpen las posibilidades de encontrar con vida e íntegras a las mujeres (…).

Rocío a estas alturas, y con razonamientos que le atraviesan la piel, asegura que las autoridades están minimizando la situación. Si ella no asiste a instalaciones, no recibe ninguna llamada de seguimiento, por el contrario, la frase tan violenta como irreverente de “señora, seguimos igual, de saber algo le llamaríamos”, es la forma de molestarse por la presencia recurrente de una madre visible y lógicamente desesperada. Para ellos, las autoridades, ni visible ni lógico.

Hasta ahora ninguna autoridad, ni municipal ni estatal, se ha acercado a Rocío. A ella la acompañan sus empleadores que le están dando las facilidades para ausentarse de su trabajo para buscar a su hija, le respalda su familia y los amigos, compañeros de escuela de Paola. Como ha sido una práctica institucional en estos casos, ella, ellas caminan haciéndose cargo de sus circunstancias.

Este día miércoles saldrá con las cartulinas que ha preparado con su familia, su angustia por la ausencia de su hija no la ha hecho olvidar que estamos como sociedad atravesando una pandemia, ha pedido que quienes le acompañen vayan con cubrebocas, no esta segura de poder mantener “la sana distancia” las calles de esta ciudad no lo permiten, pero procurará promover el cuidado entre todos y todas quienes participen (…) mucha gente se alarma por las muertes ocasionadas por la pandemia, no sin saber que desde hace mucho el número de mujeres asesinadas y niñas violadas tienen cifras igual o más terribles, diario matan a una o unas (…).

Rocío tiene una clara lucidez al referir que la desaparición de su hija no es un hecho aislado, reconoce, y por ello le alarma, la situación que atraviesa Guanajuato y sus violencias, en especial lo que ocurre contra las mujeres.

Un mensaje para su amada hija

Al despedirnos, y ante la clara conciencia de las múltiples posibilidades que hoy pudieran explicar la desaparición de Paola, Rocío, su mamá, ha decidido enviarle un mensaje. Ella confía que Paola se entere por algún medio de su incansable búsqueda, y en un ejercicio de esperanza de un mensaje que considera pertinente llegue a los oídos de Paola o de las personas que pudieran estar cercana a ella:

(…) Ella lo sabe, pero no está por demás decirlo, si ella está bien y se fue por su voluntad o manipulada, porque los adolescentes nos equivocamos, alguna vez o varias seguramente yo me equivoqué y tomamos decisiones sin medir consecuencias, yo le diría a mi hija que la amo con mi corazón, con mi alma y con mi vida (…) Ella sabe que en el momento que ella decida, quiera o sienta que no está segura ella puede llamarme y yo la estaré esperando e iré por ella a donde me diga… porque es el amor de mi vida (…) Ella sabe que haga algo bien o se equivoque yo la voy apoyar y estaré siempre para ella (…).

POSTDATA: Este texto se termina de escribir y publicar a las 2 de la mañana, hora en que trasciende estatus de Alerta Amber emitida por la desaparición de Paola. En la ficha en referencia publicada aparece con la leyenda "Localizada". Está información se intenta corroborar con Rocío, la madre, quien vía telefónica confirma no tener conocimiento de esto.

Rocío, en su calidad de autorizada, se comunica de inmediato con Humberto “N", agente ministerial que ha estado participando en investigación, éste le hace saber que esa información deberá obtenerla a través de un agente el día de mañana, miércoles. Pero esa respuesta es insuficiente para la madre de una mujer desaparecida. En ese mismo instante partía Rocío hacia las oficinas del MP para averiguar el estatus de su hija. Los planes de la marcha, hasta el momento, se mantienen.