POPLab Logo
12/5/2025
Gestión de arbolado: un misterio para las autoridades y para los ecologistas (Parte 2)

Autores:

Martha Silva
Martha Silva

Gestión de arbolado: un misterio para las autoridades y para los ecologistas (Parte 2)

La falta de consenso y de información dificultan el éxito de acciones oficiales; los activistas lo tienen claro: hay emergencia medioambiental

Compartir:

    “Objetivo 15: Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad”.
    17 Objetivos de Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

    En León, pareciera que la motosierra está más que presta para podar y trozar un tronco “que estorba”, pese a que hay numerosos estudios de que los árboles mejoran la salud mental y reducen el ruido, el calor, el estrés y la ansiedad de la vida urbana, que filtran los contaminantes nocivos producidos por vehículos y la industria, y que mitigan los efectos del cambio climático al combatir la desertificación de los suelos, ya que se crea un ciclo virtuoso de retención de humedad, circulación de aire y atracción de lluvia.

    La OMS recomienda al menos, un árbol por cada tres habitantes para respirar un mejor aire en las ciudades. Si León tiene 1.5 millones de habitantes, el municipio debería tener un acervo de al menos 500 mil especímenes.

    Sin embargo, no se sabe cuántos árboles hay en la ciudad.

    El más reciente Censo Forestal Urbano (nov. 2018) realizado por la Dirección de Gestión Ambiental reveló en su primera etapa que hay apenas 31 mil 19 árboles de 103 especies, ubicados en 20 bulevares y 14 parques, correspondientes a 147 hectáreas.

    Esa oficina aseguró que habrá más información próximamente, con la segunda etapa del censo, que se realizará este año e incluirá otros bulevares y parques secundarios no medidos para completar la mancha urbana; la tercera y última etapa contempla censar el arbolado en comunidades.

    Y aunque el llamado Índice de área verde sugiere una superficie de 9 m2 por habitante, cifras en León revelan un déficit grave, que va del 81 al 43 por ciento.

    Tabla: Índice de área verde
    Tabla: Índice de área verde

    Esta falta de estandarización dificulta definir los puntos de arranque para medir logros, lo cual es preocupante, pues ni las propias autoridades se ponen de acuerdo, lamentó Ricardo Ibelles, integrante de FURA, Fundación Rescate Arbóreo.

    Diseño de producción: Juan José Plascencia.
    Diseño de producción: Juan José Plascencia.

    “La vida no vale nada”... especialmente la de un árbol

    Cuestionado sobre la falta de árboles en la ciudad, el especialista en arbolador Adrián Gutiérrez responsabilizó a la falta de programas efectivos de reforestación pero además a un nulo profesionalismo durante podas, talas y trasplantes; tampoco, aseguró, hay un seguimiento al trabajo realizado por las diferentes dependencias (la Dirección General de Obra Pública, Gestión Ambiental, Desarrollo Urbano, Protección Civil, e incluso CFE y Sapal) y por concesionarios al arbolado urbano.

    Mencionó que el tema del arbolado (como casi todos los asuntos de administración pública) se ha manejado a capricho durante las últimas administraciones: no hay un análisis real, por zonas, por microclimas, no hay manejo del paisaje, no hay reglamentos claros y accesibles para que cualquier particular sepa a qué atenerse si realiza una mala poda o poda sin permiso. Planeación urbana, pues.

    Porque luego con el pretexto de "viejo, enfermo y feo", mandan "retirar", quitar el organismo, porque, total, "No exageres. Es solo un árbol", lamentó Gutiérrez.

    En ello coincide Celia Garza, integrante de la agrupación Déjame Plantado, quien afirma que la visión de las autoridades de los últimos trienios es no concederle a los árboles prácticamente valor alguno. Entre la falta de atención al muérdago, al ganoderma y las podas mal realizadas que terminan en talas y retiros, “cuando fueron problemas no atendidos, por ello es primordial atender los árboles existentes y preservarlos”.

    Todas las fotos: Juan José Plascencia.
    Todas las fotos: Juan José Plascencia.

    Aunque el presupuesto sea limitado, comentó, se tienen que optimizar recursos y compartir actividades (como el cuidado de arbolado en los camellones, del que ahora se encarga Obra Pública en coordinación con Parques y Jardines), sin embargo la visión sustentable tiene que permear en todas las oficinas. “Fue cuando tuvieron su genial idea de poner pasto sintético (...) que es una barbaridad, no genera ningún servicio ambiental, contamina y afecta a los árboles, no los deja respirar, se genera mucho más calor... afortunadamente lo han ido quitando”.

    Hay muchas estrategias para reforestar, dijo la activista, pero debe haber un plan. Y como muchas veces las podas o talas ya vienen autorizadas por la obra pública y la obra privada, por las autorizaciones que se dan sin importar el daño ecológico que se genere, y como Gestión Ambiental no es un contrapeso en realidad, solo le queda revisar la compensación del permiso ya expedido por Obra pública, lamentó.

    Solo cuando no existe esta autorización, es que Gestión Ambiental puede aplicar una sanción, pero la tablas (de compensación) son insuficientes, raquíticas y no corresponden ya a la realidad por la cantidad de habitantes y vehículos. “Además, el seguimiento es nulo”. Entonces, lo que se ve es una “matanza sistemática”.

    Celia Garza también criticó la aplicación de “criterios paisajísticos” importados de otros países y que no corresponden a las necesidades de la ciudad de León. Por ejemplo, cuando se tala un ficus u otra especie exótica, la compensación es menor a cuando se talan especies nativas, lo que se utiliza como pretexto para talar “sin ton ni son”, como ocurrió en la calle Hernández Álvarez (que inicia en el Arco de la Calzada), donde hace un año se talaron 26 ficus “con el pretexto de que representaban un problema de seguridad”, aunque no quedó del todo claro porqué se argumentó eso. Fueron sustituidos por árboles frutales.

    No era necesario retirar los ficus, consideró, pero como son especies exóticas y dentro del criterio paisajístico de algunos arquitectos y de algunas empresas, su valor no corresponde a las necesidades ecosistémicas de la ciudad. Pero lamentó que no ellos hayan visto el servicio ambiental de esos árboles “exóticos” a la ciudad, en una de sus calles más contaminadas.

    También deploró que no haya una discusión profunda para revalidar a las especies exóticas, lo que se usa como un pretexto para abandonarlas y que tengan un menor valor en la compensación y eso repercute en las necesidades ambientales de la ciudad.

    ILUSTRACIÓN: Pinche Einnar
    ILUSTRACIÓN: Pinche Einnar

    “Actualmente vivimos una emergencia ambiental. Ahorita hablamos de los árboles, pero hay otros temas como el agua, el aire (contaminado). Esta cuestión de los árboles no está siendo bien atendida por Gestión Ambiental”, ya que ni siquiera se ha endurecido el reglamento. (...) La razón por la que surgió Déjame Plantado fue (por la construcción del paradero) el SIT (el Sistema Integrado de Transporte) en el bulevar Hidalgo, donde la compensación (por árboles retirados) aún no se ha terminado (tres años después) y es muy inferior a los servicios ambientales que (éstos) daban”.

    Ahí se talaron alrededor de 120 árboles, la compensión oficial fue de 4 mil árboles, “pero fue insuficiente”, dijo, porque estudios densimétricos (de servicios ambientes por la copa que tenga el árbol) indican que se necesitaban 16 mil, considerando que estos sobrevivieran.

    Árbol trasplantado en las orillas del Parque Explora, casi frente al Teatro del Bicentenario.
    Árbol trasplantado en las orillas del Parque Explora, casi frente al Teatro del Bicentenario.

    La activista lamentó que no existan estudios científicos que brinden un panorama ambiental en la ciudad. “Hace falta discutir mucho de eso”, puesto que parece que la visión de desarrollo es tener más cemento en lugar de generar áreas verdes, cuando León es una de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica.

    “Si la vida humana (para muchos) no tiene valor, mucho menos la de un árbol, que no puede defenderse”.

    Por su parte, Gabriela Arriola, bióloga e integrante de la Asociación “Red Alebrije” destacó que ameritaría una investigación comprobar si las áreas verdes tipificadas como tales para el municipio, lo son en realidad, ya que a veces “son un cuadrito de cemento con tantito pasto”.

    Y retomó el dato del Índice de área verde (de 9 m2 por habitante), que, comparado con el dato proporconado por el Implan en 2017, de 1.77 m2 resulta que hay el déficit de 7.23 m2 (80.3%). No es que los ambientalistas seamos unos inconformes, confesó Gabriela, es lo dice ese estándar utilizado por gobiernos y organizaciones, que muestra que hay una emergencia ambiental.

    Por ello las autoridades deberían comprender que invertir en las áreas verdes de la ciudad se traduce en el bienestar de las personas, dijo la representante de Red Alebrije.

    “Las áreas verdes y el arbolado producen muchos servicios ambientales, entre ellos, uno que no es tan importante, como el oxígeno que respiramos, ¿verdad?”, ironizó.

    Y lo peor es que el calentamiento global ya dejó de ser algo abstracto: mencionó que ya se han detectado con datos concretos zonas específicas del corredor del bajío donde se ha incrementado la temperatura en años recientes. Son datos alarmantes, dijo, donde confluyen problemas como la falta de árboles y la desertificación.

    “Conforme vas quitando la vegetación, llueve menos y a la larga deteriora (el clima) ... hasta que León se convierta en un desierto”. Hace medio siglo, continuó Arriola, con más vegetación había un clima más templado y más húmedo. El clima desértico actual no es original, es de origen antrópico, “ahorita que sales por las tardes” y lo único que encuentras son planchas de cemento, “todos se quieren esconder debajo de las piedras”, porque simplemente no hay árboles.

    “Y ni hablar de las alergias y de que (sin árboles) ya no hay una barrera contra las partículas suspendidas (PM-10)”, lo que impacta en los programas de salud, que viendolo fríamente, también tienen un costo económico y, más allá de eso, por supuesto, en la calidad de vida de la gente, especialmente niños y adultos mayores.

    Y destacó otro punto: al no haber árboles, ¿dónde quedan los pájaros? Que desempeñan un papel crucial en el control biológico de insectos. “Luego, no te puedes quejar de que haya tanto mosquito y proliferación del dengue, zika y chikungunya”. La solución oficial, entonces, es rociar a la población con plaguicidas y cancerígenos, lo que resulta una cadena donde todo en el econsistema urbano se relaciona. “Si afectas a los árboles afectas al clima, al agua, a los pájaros, a los mosquitos...” y a tu salud.

    Al final de cuentas, habría que preguntarse seriamente ¿Para quién gobiernan las autoridades?, cuestionó Gabriela Arriola. En términos de urbanismo, las tendencias están no solo por incorporar a los árboles al paisaje urbano sino incluso a aumentar la cantidad de áreas verdes. Pareciera, dijo, que “el gobierno municipal representa los intereses de la inversión privada, y todos los demás debemos de darles las gracias”.

    Las autoridades, insistió, deben comprender que el arbolado es un patrimonio que pertenece a los ciudadanos, que se debería manejar con la complejidad que tiene y el cuidado que se merece.

    Como gobernantes, le tienen que buscar, coincidió Adrián Álvarez, para dejar claras las reglas para convivir, pues tan importante es la interacción entre personas (“límites entre lo tuyo y lo mío”), como de las personas con el resto de los seres vivos, lo que repercute en un verdadero desarrollo humano, alejado de ‘politiquerías baratas’, que solo evidencian una visión “no de empresarios, sino de viles negociantes”.

    Por ello, entre este gremio de activistas existe la sensación de urgencia tanto de detener la tala "sin sentido", como en incrementar las acciones de reforestación.

    Preparan programa oficial, de alcances aún limitados

    María del Carmen Mejía Alba, directora general de Gestión Ambiental, aseguró que se está trabajando desde el gobierno municipal en la Jornada anual de reforestación ciudadana 2019, que iniciará a mediados de junio y concluirá a finales de septiembre.

    Por ello, dijo que se está convocando a ciudadanos, universidades y presidentes de colonos para ubicar las zonas (de reforestación) que maximicen la posibilidad de éxito, de acuerdo al suelo y la especie, para incrementar el llamado “índice de área verde” al final del sexenio.

    El dato que falta: "Este proyecto costó el retiro de casi 100 árboles".
    El dato que falta: "Este proyecto costó el retiro de casi 100 árboles".

    La funcionaria destacó la importancia de que este plan de reforestación vaya de la mano con Desarrollo Urbano y el Instituto Municipal de Planeación.

    “De nada sirve que vayamos a reforestar un sitio si a 10 o 15 años ahí se tiene proyectado un auditorio, una carretera, un bulevar, y se vayan a tener que talar los árboles”, comentó, de ahí que se busque asegurar el mantenimiento de los organismos.

    Una vez que se tenga el estudio, que debe quedar listo este año, se publicará y se diseñará la meta de reforestación del trienio, aunque para entonces la administración irá prácticamente la mitad de su periodo.

    30 nuevos parques: un buen deseo

    Hace un mes se anunció que la administración de Héctor López Santillana proyectaba crear 30 nuevos parques en toda la ciudad. Teresita Gallardo Arroyo, directora de Desarrollo Urbano, comentó al diario a.m. que se desarrollarían tres tipos de proyectos: parques vecinales; para área común y uno para toda la ciudad como el Parque Metropolitano.

    Sin embargo, una solicitud a la Unidad de Transparecia de Desarrollo Urbano para conocer las acciones detalladas para crear estos 30 nuevos parques reveló que: “La declaración de la titular de la dependencia (... fue...), parafraseada para ser publicada en medios periodísticos, es para informar sobre las metas y alcances que señala el Plan de Gobierno Municipal 2018-2021 y no a una acción concreta a efectuarse por la dirección de Desarrollo Urbano.”

    Esto significa que pese a que en el Programa de Gobierno 2018-20201 se anuncian 12 acciones transversales claras, medibles y alcanzables para transformar un León con paz duradera, al menos las que se refieren a sustentabilidad parecen servir solo para ilustrar un diagrama de alegres colores, con nulo impacto en la calidad de vida de sus habitantes.

    16 de abril de 2019, 07:33

    Explora más contenido de este autor

    Descubre más artículos y perspectivas únicas

    Compartir: