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10/9/2025
Jaime-Panqueva

La tiranía del algoritmo

Hace un par de semanas, durante un concierto en la Academia Renacimiento en León, grabé en video la interpretación de su extraordinaria orquesta infantil a cargo del maestro español Ángel Gil

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    Hace un par de semanas, durante un concierto en la Academia Renacimiento en León, grabé en video la interpretación de su extraordinaria orquesta infantil a cargo del maestro español Ángel Gil. Se trataba de un arreglo de la famosa música de Pompa y Circunstancia de Eduard Elgar, compuesta en 1901, pero adaptada con algunos versos en español como himno de la casa. Los coros de la institución acompañados por el de Ópera Guanajuato interpretaron su estreno. Unos días más tarde, subí el video a mi cuenta de Facebook. Pocas horas pasaron antes de que me llegara un mensaje donde Sony Music se declaraba dueña de los derechos de unos fragmentos de la grabación, pues los algoritmos detectaron su coincidencia con Land of Hope and Glory (escrito por Arthur Benson sobre el mismo tema musical), interpretada por el coro del tabernáculo Mormón, así como con interpretaciones de la música a cargo de Arthur Fiedler y Leonard Bernstein.

    Es un mensaje muy común, estos automatismos basados en la huella musical defienden catálogos digitales de cientos de millones de canciones registradas en diferentes partes del mundo. Youtube, por ejemplo, emite una reclamación por cada seis videos subidos a sus bases. Diariamente se suben 2.6 millones de videos con un promedio de duración de doce minutos. Facebook no ofrece estadísticas de cuántos videos se cargan a diario, pero 500 millones de personas consumen aproximadamente 100 millones de horas al día.

    Sólo algoritmos pueden realizar este tipo de auditorías 24/7. Y también se equivocan: aunque Youtube afirma que sólo yerra en 1% de sus acciones, en muestras pequeñas el porcentaje ha llegado al 28%. Por fortuna, las disputas por parte de los creadores tienen un tasa relativamente alta de éxito, un 60%.

    Por estos días, el gobierno federal anunciaba con orgullo el aumento en la recaudación de ISR e IVA en un contexto económico mexicano que da señales cada vez más claras de estancamiento, cuando no de recesión. En estos dos impuestos, que dependen directamente de la producción, se han logrado aumentos reales en los cinco primeros meses de este año de 8.1% y 12.5% interanual. Afirman que las mejoras en los sistemas de cobro se deben al uso de la inteligencia artificial. No han subido las tasas, sólo introdujeron sistemas que peinan las bases de datos, por ejemplo, buscan el IVA declarado pero no pagado por los contribuyentes. Luego, envían amables correos electrónicos al buzón tributario para exigir su pago. Aunque durante la transacción no media ningún funcionario, creo que muy pocos emplazados pasarán por alto el cobro. Ante la posibilidad de recibir una multa adicional o el bloqueo en los sistemas de facturación, resulta más barato ponerse al día con el SAT(ánico), aunque las tasas de “actualización” de los impuestos atrasados pueden llegar a duplicar el monto reclamado.

    Eficiencias, sí, pero también oportunidad para cobros injustificados que ante la burocracia monumental del organismo son difíciles y tardados de impugnar. En el caso de Facebook el video se desbloqueó cuatro días después de la disputa[1], con el SAT hay que acudir con la PRODECON y aunque hay posibilidades de salir airoso, los tiempos y el procedimiento difieren mucho de los empleados por las plataformas ya mencionadas.

    Desde hace varios años, ante el crecimiento exponencial de las bases de datos del SAT y los riesgos que implica un procedimiento de facturación tan rígido y de aspiraciones universales, he advertido el riesgo en que puede caer la economía mexicana ante posibles fallas en sus sistemas. Es posible que sigamos festejando mejoras en la recaudación gracias a los algoritmos, a pesar de la debilidad de la economía nacional, pero también debemos estar muy atentos a que no se abuse de ellos o que algún fallo catastrófico o hackeo pueda paralizar al país.

    Por lo pronto, aprovecho este espacio para felicitar a los jóvenes músicos y a sus maestros de la Academia Renacimiento, dirigida por el incansable maestro Enrique Rico. Son un orgullo para el estado y, lo confirma la Sony Records, sus interpretaciones están a la altura de los más grandes.

    Comentarios a mi correo electrónico: panquevadas@gmail.com



    [1] Si desea verlo está disponible en: https://www.facebook.com/share/v/19JJeWtj2u/

     

    7 de julio de 2025, 08:51

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