A las inconformidades ya registradas en estados vecinos por la construcción del Acueducto Solís-León, agricultores del sur de Guanajuato se manifestaron para rechazar el proyecto por la falta de información y claridad, la ausencia de una consulta al sector productor de la zona y la presunta prioridad que se le estaría dando al abasto industrial, pues el agua serviría para surtir a municipios del corredor.

Personas campesinas, activistas y ciudadanos del municipio de Acámbaro lamentaron que, en un proyecto de tanta relevancia —porque es parte del Plan Nacional Hídrico 2024-2030 y contempla una inversión de 15 mil millones de pesos—, se ignoren las afectaciones al campo, que ya de por sí sufre una crisis por la baja rentabilidad de las cosechas.

“No estamos en contra de la tecnificación del campo ni del ahorro de este líquido vital, como lo es el agua. Hay algunos puntos con los cuales no estamos de acuerdo, como es la intención de tener válvulas que se manejen a distancia vía satélite, lo que no les daría el control total del recurso hídrico. Estamos en contra de cómo nos presentan la información, sin que exista claridad, ya que la obra es petición del estado debido al futuro desabasto de agua en la ciudad de León”, mencionó Carlos Rico, productor.

En julio de este año se anunció la construcción del acueducto como parte del Plan Nacional Hídrico. El proyecto contemplaba inicialmente dotar de agua a cinco municipios: León, Silao, Celaya, Salamanca e Irapuato, pero unos días después se dio a conocer que su alcance beneficiaría a otras cinco ciudades (Villagrán, Tarimoro, Cortazar, Salvatierra y Acámbaro); 10 municipios del estado de Guanajuato en total.

Debido a la magnitud de la obra —200 kilómetros de acueducto—, lo que lo convertirá en el más grande del país, la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo detalló que se realizará con inversión federal y estatal; 50% por parte de cada gobierno.

Sostuvo que el desarrollo garantizará el abasto de agua para los próximos 50 años en Guanajuato, pues contempla el revestimiento de canales y la colocación de sistemas de riego en parcelas para recuperar alrededor de 120 millones de metros cúbicos de agua, con lo que se proyecta el beneficio a 25 mil productores. 

Luego del anuncio, el Gobierno de Jalisco hizo público su desacuerdo, pues argumentó que afectará la captación del Lago de Chapala y, por ende, el suministro para esta entidad. 

El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, declaró a medios de comunicación que se han presentado al menos mil amparos ciudadanos en contra del proyecto del acueducto en la presa Solís, porque —dijo— representa una amenaza para el Lago de Chapala.

Sobre la reciente manifestación, la gobernadora dijo que hay quienes, “políticamente”, han buscado generar desinformación y consideró que las principales demandas de los productores tienen que ver con acuerdos incumplidos cuando se construyó la presa.

Un día antes, el secretario de Gobierno, Jorge Daniel Jiménez Lona, anunció que se instalará una ventanilla para la atención directa de los productores del campo en las oficinas centrales de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), esto a través de un mensaje en redes sociales.

Denuncian productores falta de consulta, transparencia y garantías del proyecto 

Durante la manifestación que convocó a varios cientos de personas, productores coincidieron en que ha habido falta de claridad respecto al proyecto impulsado por el gobierno federal y la administración estatal, además de la ausencia de una consulta pública.

Carlos Rico, productor de la zona, detalló que se han realizado tres reuniones en el Mesón del Puente con autoridades de Conagua y la Secretaría del Campo, en las cuales no se han logrado acuerdos por “la falta de transparencia en la información y la desatención a nuestras inquietudes”.

Acusó que desde el gobierno estatal se ha promovido la idea de que el proyecto cuenta con el respaldo de los productores del Distrito de Riego 011, cuando en realidad —afirmó— muchos de ellos desconocen tanto los beneficios reales como las posibles afectaciones del acueducto.

Entre las principales preocupaciones se encuentra la intención de controlar las válvulas del sistema de riego a distancia, mediante tecnología satelital, lo que abriría el control total del recurso a la autoridad.

Reiteraron no estar en contra de la tecnificación del campo ni del uso eficiente del agua. Sin embargo, insistieron en que esta no debe utilizarse como un mecanismo de convencimiento sin considerar los altos costos de implementación, que encarecen la producción y afectan aún más a un sector históricamente marginado. En esto coincidieron otros oradores como Cleto Guerrero Mendoza, Jorge Rodríguez Durán y Salvador Rangel, así como la activista Estefanía Vega.

“El ahorro de agua no solo se logra con tuberías, cintillas o sistemas de aspersión. Se necesita nivelación de suelo, descompactación, incorporación de materia orgánica. No utilicen la propuesta de tecnificación como modelo de convencimiento, ya que encarece los costos de producción, los cuales se aceptarían sin problemas si mejoraran el precio de nuestros productos, cuando la producción en este país sea rentable y no sea de sobrevivencia; cuando el país tenga la capacidad y autonomía de fijar sus propios precios a productos agrícolas y no depender de cotizaciones de bolsas extranjeras”, reclamaron.

El reclamo llega casi al mismo tiempo en que, a nivel nacional, se han multiplicado las protestas del sector agrícola por los bajos precios a los que se adquieren los productos del campo y el abandono de las autoridades.

También cuestionaron la legitimidad del proceso, ya que denunciaron que el proyecto fue aprobado sin una evaluación del impacto social, ambiental, hídrico y económico, ni se ha garantizado el suministro futuro de agua a los productores, pescadores y ganaderos de la región.

“Existe incertidumbre del suministro que nos van a entregar. Sin existir un común acuerdo entre afectados y gobiernos, la obra se está llevando a cabo… Solicitamos los procedimientos para la medición del ahorro de los volúmenes de agua de recuperación que menciona el Gobierno estatal en el Plan Hídrico Nacional, recaudados de la tecnificación agrícola, al igual que demuestren con datos cuantitativos que se puede lograr esta recuperación del agua”, exigió Carlos Rico.

Dijo que es importante transparentar estos estudios para que la ciudadanía y los productores se convenzan del proyecto y tengan tranquilidad “para poder creerles que no existe ninguna afectación, desabasto o violación a nuestras concesiones al realizar el proyecto. Estamos en contra de la manipulación desfachatada y engañosa con la que manejan estas obras y ocultan información”.

Los manifestantes reclamaron que la ejecución de la obra inició sin el consenso ciudadano, ya que fue a través de los representantes de módulos de riego como se logró la cesión de metros cúbicos de agua.

“Que no se les olvide a los gobiernos que existe una baja aceptación por parte de los campesinos a estos personajes encargados de los módulos de riego, debido a la bajeza con la que manejan la toma de decisiones sin pensar en las afectaciones sociales, sirviendo a sus intereses personales. Exigimos garantías para el suministro del agua en la agricultura”.

Pidieron que el proyecto no se convierta en un caso más en donde el agua se utiliza como un recurso político y no un bien de la nación.

Gobernadora responde: "No se les va a quitar agua a los productores; hay desinformación"

La gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo aseguró en entrevista durante una gira de trabajo por Juventino Rosas el martes 21 que el proyecto del Acueducto Solís-León no afectará los volúmenes de agua destinados al sector agrícola y que la información está siendo distorsionada por actores con intereses políticos.

Sostuvo que ha mantenido comunicación directa con la alcaldesa de Acámbaro, Claudia Silva Campos, pese a que ella ha afirmado no tener conocimiento puntual del proyecto. García Muñoz Ledo dijo que ambas han trabajado en conjunto sobre el tema.

Mencionó que, ante una obra de gran magnitud, que lo convertirá en el acueducto más grande del país, “siempre hay voces que surgen”, en referencia a las críticas y preocupaciones expresadas por los productores. No obstante, enfatizó que el Gobierno del Estado ha encabezado reuniones informativas, no sólo con representantes de módulos de riego y del Distrito 011, para explicar las bondades del proyecto.

“Lo que no queremos es que haya desinformación. Hemos estado encabezando reuniones informativas, no solamente con los módulos y el distrito, para explicarles cuáles son las bondades de este proyecto. Y decirlo muy claro: el reparto del agua es derivado de la tecnificación. No se va a quitar a los productores, ni se van a modificar los volúmenes”, subrayó.

García Muñoz Ledo destacó que se ha abierto una ventanilla de atención con Conagua para escuchar y canalizar las inquietudes de los agricultores, aunque aclaró que muchas de las demandas planteadas no están directamente relacionadas con la construcción del acueducto, sino con problemáticas heredadas desde la construcción de la presa Solís.

“Muchas veces la demanda no es contra la construcción directa del acueducto, sino que hay otras demandas de tiempo atrás que no quedaron solventadas… No es un tema estatal, es un tema con Conagua, tanto con el tema del agua como con el tema de la presa”, puntualizó. La apertura de esta ventanilla fue anunciada por el secretario de Gobierno, Jorge Jiménez Lona, a través de un mensaje en redes sociales, un día antes.

La gobernadora insistió en que se ha detectado la intervención de actores políticos que buscan generar desinformación sobre el proyecto, pero dijo que, a través de la ventanilla directa, todas estas dudas podrían resolverse, pues afirmó que la mayoría de los productores están de acuerdo con la construcción de esta obra.