Estimados lectores en el sector agua, así como en diversos sectores sean públicos o privados la planeación debe desempeñar un rol importante, si el sector privado improvisa tiene alta probabilidad de que los proyectos o esfuerzos terminen en el fracaso. Pero aún así después de que un proyecto se ha consolidado requiere planeación para continuar avanzando.

Lo mismo acontece en el sector público que ha persistido en ocurrencias e improvisaciones, así como en caprichos de los titulares de los poderes ejecutivo de una manera histórica en las entidades federativas con los propios feudos creados.

Se ha pensado que se gobierna y las acciones se ejecutan por decreto en diversos sectores como lo señale, salud, economía, ambiente, energía, empleo, seguridad, etc. quizás piensen los actores de gobierno que por el hecho de pronunciar su nombre la tierra tiemble y las acciones se concretizan.

En el sector agua nos podemos encontrar diversos ejemplos, sin duda hay ejemplos rescatables o ejemplares con la profesionalización y seriedad de algunos gobernantes en los tres ámbitos federal, estatal y municipal, pero en su mayor parte la frivolidad y corrupción ha sido manifiesta.

Hay algunas entidades que a pesar de tener una seria deficiencia en sus instrumentos de planeación han funcionado, pero eso podría tener una explicación con base en el elemento humano, que se ha contado con personas de experiencia y sus acciones han permitido sobresalir o mantenerse, aunado sin duda a que los sectores productivos y la propia sociedad civil empuja y es madura en su actuar, pero otras son ejemplos de retroceso.

Me llama la atención el estado de Querétaro que se mantiene, no es un ejemplo de ninguna manera, pero persiste, sin embargo, apostarle a ello, es de alto riesgo. Permítanme explicarles, porque su punto débil es la planeación sectorial.

Es sabido que una administración da inicio dentro de los primeros meses de su administración con un Plan Estatal de Desarrollo, el cual debe apegarse a lo dispuesto en el artículo 26 constitucional, sin hacer a un lado el propio artículo 25. A su vez, se debe apegar a lo dispuesto en la Ley de Planeación en su correspondiente entidad federativa, se puede entender que para efectos de estar alineado se observa la Ley de Planeación federal.

Aquí encontramos las primeras piedras en las legislaciones estatales, amable lector, usted podrá constatar que en todas se habla de publicar el Plan Estatal de Desarrollo dentro de los primeros seis meses, previo ejercicios de consulta con la ciudadanía, tal como lo dispone la constitución federal y la ley de planeación, sin embargo, aquí comienza un problema, se vuelven en documentos promotores de la imagen, menos en instrumentos de planeación, el caso de Aguascalientes es un ejemplo, al aparecer imágenes de la gobernadora Teresa Jiménez, a un modo populista si se habla de obra aparece con casco, o una bata si es el sector salud. Desde la administración de Felipe Calderón se dispuso que los programas sectoriales aparecieran sin imágenes alusivas a campañas o cultos a la imagen, pero como podemos ver eso no se obedece, les importa que sean documentos de publicidad, no instrumentos de planeación.

Al contar con un Plan Estatal de Desarrollo se tiene un instrumento general que determina ejes, objetivos, estrategias, políticas y acciones, así como algunos proyectos emblemáticos y carteras de proyectos, por que los proyectos tienen un costo.

Pero al tratarse de instrumentos generales, necesitan mecanismos e instrumentos que desarrollen lo específico y aquí es donde aparecen los programas sectoriales o especiales, como son el programa de salud, educación, infraestructura, ambiente, seguridad, etc, así como un programa hídrico.  

En el estado de Querétaro como en Aguascalientes, los planes estatales aparecen al inicio de la administración, pero los programas hídricos al final de la administración. Amable lector, si la administración está a punto de concluir a un año o dos, para que sirve un programa hídrico, es un absurdo que Querétaro así lo tengo legislado en su propia ley de planeación, y habla de una actualización dentro de la propia administración, igual lo tiene Aguascalientes y otras entidades.

Lo anterior, nos deja ver que las acciones del sexenio fueron improvisadas sin estar alineadas ni con el Plan Nacional de Desarrollo, ni el estatal, parecieran una inercia de los anteriores planes, en Aguascalientes así sucedió con un Programa Hídrico deficiente al finalizar la administración de Carlos Lozano, lo mismo sucedió con Orozco y ahora a dos años que concluya la administración de Teresa Jiménez ¿Se va a planear y programar con el anterior? Y se dejará un programa para la siguiente administración que quizás no le interese la forma de gobernar de la administración actual.

Amable lector, es preciso también señalar lo siguiente, es impostergable hacer un cambio y erradicar malas prácticas en la planeación, una de ellas ya la señalé el culto a la imagen, el caso de Aguascalientes como lo señalé es superlativo, pero también que un instrumento de planeación y programación, no es patrimonio de una administración gubernamental, debe ser un instrumento despojado de intereses de partido y de aspiraciones electorales, porque los gobernadores luego sueñan con ser candidatos a la presidencia, y el dinero público de una entidad se convierte en un dinero de campaña, no para beneficio público, sino para beneficio del personaje y su camarilla.

Un plan y un programa son para beneficio de la publicación de una entidad federativa, y no deben estar sujetas sólo a una administración, uno de los males es que se piensa y actúa con visión a seis años, aunque la verborrea diga otra cosa, o que a la portada del documento le incorporen la leyenda de “Visión u horizonte a 30 años”. La planeación debe ser a futuro a corto, mediano y largo plazo, con un ejercicio real de gobernanza, con información veraz pero no anticuada, ¿A qué me refiero? Recuerdan que les he insistido en este espacio en varias semanas, que la planeación indicativa debe pasar a la historia, debemos optar por una planeación adaptativa o modelos dinámicos, recuerden que el agua de ayer no es la de hoy, ni la de mañana.

La planeación y programación deben ser ejercicios de responsabilidad gubernamental y social, compromisos reales y éticos. No mecanismos electoreros. Además, la Planeación es normativa, se rige por un marco jurídico desde la esfera constitucional como lo mencioné al inicio de esta colaboración, en el artículo 26 constitucional se perfila la planeación, así como en su ley reglamentaria, pero un punto que no debemos perder, es que los planes de desarrollo y programas sectoriales al momento de ser publicados en el Diario Oficial de la Federación o en el Periódico Oficial del Estado se vuelven obligatorios para la administración sea federal o estatal, no son documentos o instrumentos testimoniales, son normativos.

Para finalizar, es importante que se reformen leyes de planeación como la de Querétaro, que le den la seriedad sus programas hídricos, como a la de Aguascalientes, porque además al terminar una administración no debe haber un nuevo plan o programa, lo que deben existir son actualizaciones, repito no son instrumentos sexenales o trianuales como en el caso municipal, deben ser instrumentos transversales y actualizarse a los cambios de administración. La planeación no sólo termina con un plan o programa publicado, deben existir mecanismos de evaluación y control que corrijan y actualicen, no perder los objetivos, al contrario lograrlos es la meta.

Estimados lectores nos vemos la próxima semana, no olviden la importancia de emprender políticas y acciones que permitan que en México y Aguascalientes el agua nos alcance.

Comentarios: saalflo@yahoo.com