
Autores:
Proyecto: "Campaña de Sensibilización de la Lengua Otomí"
El desarrollo de actividades culturales, permiten la unión entre diferentes actores. Uno sólo no podrá hacer el trabajo, no existe mejor opción que unir esfuerzos para el desarrollo de los pueblos originarios
Hinda hyegi da hñö metsi nö’ö ra t’oho / No dejes de hablar, hombre de la montaña.
HINDA DA MA HÑÖ / QUE NO MUERA MI LENGUA
Oliva Reséndiz, poeta hñöhñö, originaria de Tolimán, Qro.
Para retomar este espacio, luego de meses de reposo, nada mejor que compartir la experiencia de personas comprometidas con una causa, profesionistas abonando a un mismo objetivo, como la visibilización de la diversidad lingüística y cultural de México, así es el caso de la maestra Itatí Chávez Hernández.
En mayo de 2023 la Unidad Regional de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de Querétaro organizó el Primer Encuentro de Culturas Populares en el municipio de Cadereyta y tuvieron a bien invitarme a la Mesa de diálogo: “Escritura y creación literaria en lengua hñähñü”, junto al poeta Luis Alberto Sánchez y la pedagoga Itatí Chávez Hernández. Con Alberto he trabajado varios proyectos y hace tiempo escribí en este espacio sobre un libro publicado, lo relevante fue coincidir con Itatí, quien habló de su proyecto Campaña de Sensibilización de la Lengua Otomí, realizado durante la Semana de Acción Mundial por la Educación, implementado en su lugar de trabajo: la Telesecundaria ‘Felipe Carrillo Puerto’ en Casa Blanca, Tolimán, a la cual llega porque “buscaba un lugar donde pudiese encontrar esa razón del destino, donde encajaran perfectamente mis inquietudes con las problemáticas a resolver en un espacio escolar”, afirma.
Tratando de recapitular la experiencia le solicité un texto para compartir su trabajo, en este apunta respecto al día del evento: “Minutos antes me encontraba sola en casa, porque mis familiares fueron al sepelio de un abuelo hñähñü en el estado de Hidalgo. Esto marcó un sabor agridulce en mi experiencia a relatar, porque bien es sabido que cuando muere un abuelo otomí, muere cada vez más la lengua originaria”, ante esa confesión cobra mayor fuerza su labor pues, más allá de intereses académicos, asume una deuda cultural desde lo familiar y la historia de cómo descubrió su vocación educativa en los contextos amerindios es prueba de ello.
Marcada por las ideas tradicionales que limitan las opciones de las mujeres, cuenta: “Elegí entre estudiar piloto aviador en Querétaro o arquitectura en el Instituto Politécnico Nacional, pero ‘como mujer, no puedes ir a estudiar a la Ciudad de México, escoge otra cosa’, dijo mi papá”, atravesó un peregrinaje de exámenes no aprobados, periodos de postulación tardíos y otras situaciones hasta confirmar sus aptitudes: “Un tío que es maestro, originario de Hidalgo, me pidió acompañarlo a ver a los niños de su primaria quienes estaban en preparativos para el concurso del Himno Nacional Mexicano en hñöhñö, pasé algunos meses en la comunidad de Villa Progreso […] ver sus caras al aprender con una sonrisa, como cuando conoces algo nuevo y te gusta, fue la razón por la cual elegí estudiar en la Centenaria y Benemérita Escuela Normal del Estado de Querétaro con el objetivo de ayudar a los pueblos originarios desde las escuelas”. El resto es historia.
Tuvo la iniciativa de contactar a la Coordinación de Derecho Indígena, CODI, de la Universidad Autónoma de Querétaro para implementar su proyecto de sensibilización en el uso del idioma otomí. La aventura tomó forma cuando fue invitada al Taller de Creación Literaria y Lengua Hñöhñö, en la comunidad de Boxasni, impartido por los investigadores Aurelio Núñez y Ewald Hekking, quienes desde hace más de tres décadas impulsan la revitalización de la lengua otomí y sus variantes queretanas, al ser colaboradores de CODI surge la sinergia y es posible la colaboración. A través de charlas, talleres, cortometrajes, música, donación de libros y más, materializó el primer eslabón de lo que seguramente será una larga cadena de proyectos y logros.
La actividad donde coincidimos fue su primera vez compartiendo sus experiencias con el público, al respecto reflexiona: “El desarrollo de actividades culturales, permiten la unión entre diferentes actores. Uno sólo no podrá hacer el trabajo, además, varios probablemente han encontrado resistencia como lo tuve yo y no existe mejor opción que unir esfuerzos comunes para el desarrollo de los pueblos originarios”.
Luego de finalizar el conversatorio, en la sobremesa de una comida tradicional en la Plaza principal de Cadereyta, me enteré que es sobrina de Juan Chávez Marcos, escritor hñähñu originario de Ixmiquilpam, Hidalgo, uno de los principales promotores de la literatura indígena contemporánea y miembro fundador de Escritores en Lenguas Indígenas, AC, ELIAC, asociación internacional fundamental en la historia y consolidación de este movimiento literario. Sin duda, el destino y la herencia familiar tarde o temprano la debían alcanzar. Sabemos que recientemente participó en el 1er Encuentro pedagógico sobre el fortalecimiento de la escuela pública en México.
Habrá que seguirle la pista.