La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a refrescos y bebidas azucaradas y con edulcorantes, es para reducir su consumo entre la población mexicana y no tiene fines recaudatorios. Dicha propuesta fue enviada por el Ejecutivo Federal como parte del Paquete Económico 2026 y aprobada por el legislativo este 16 de octubre. 

“El objetivo, siempre lo dijimos, era reducir el consumo de refresco, que si una persona toma una lata diaria de refresco, el incremento, pensando en una lata normal, pues iba a representar 30 pesos al mes, porque es un peso por lata. Entonces, en vez de tomar 30 latas de refresco al mes, serían 29 con el precio que tuviera o 28. Ese era el objetivo, no recaudar, sino sencillamente, que se consumiera menos bebida azucarada”, apuntó en la Mañanera del Pueblo. 

A cambio del aumento en el IEPS, las empresas se comprometieron a reducir el contenido de azúcar en sus refrescos en un 30 %. Este compromiso será monitoreado por Cofepris, que tendrá que verificar que efectivamente se logre esta reducción, agregó. 

Pese a esta medida,  Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) advierte que el incremento es insuficiente. Solo alcanza el 13 % del precio final, lejos del 20 % recomendado por organismos internacionales; el aumento del IEPS aprobado es tímido y favorece a la industria, no a la salud. Por lo tanto, pide un impuesto real que proteja a la infancia y salve vidas.

Empresas refresqueras se comprometen a mejorar la salud pública: Clark

Por su parte, Eduardo Clark, Subsecretario de Integración Sectorial y Coordinación de Servicios de Atención Médica, en la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, mencionó que se mantendrá el impuesto de $3.08 por litro a refrescos con azúcar y aplicará $1.50 por litro a bebidas sin calorías, esto con el propósito de reducir el consumo general de refrescos y fomentar decisiones de salud más informadas en los consumidores. También recordó que México es el principal consumidor per cápita de refrescos en el mundo.

“Recuerden, lo que buscamos en México, por decirlo de manera muy sintética, es lo siguiente, que tomemos menos refresco en general, es decir, que ya no seamos el principal consumidor per cápita de refrescos en el mundo. 

“En segundo lugar, que las personas tomen decisiones de salud hacia alternativas más saludables: refrescos con menos azúcar o sin azúcar. Y en tercer lugar, que los niños y adolescentes no tomen refresco desde tan jóvenes, que tomen menos refresco también los adultos jóvenes y que tengamos menos consumidores que toman dos, tres, cuatro litros de refresco al día, desafortunadamente”, detalló.  

Asimismo, compartió detalles del acuerdo alcanzado entre el Gobierno de México y la industria refresquera, que incluye un ajuste al IEPS a bebidas azucaradas, con el cual se busca reducir el número de casos de diabetes, obesidad e hipertensión, relacionadas con el alto consumo de refrescos.

Por lo anterior, las empresas refresqueras se comprometieron a varias medidas para mejorar la salud pública:

Reformulación de Productos: Coca-Cola reducirá en un 30 % el contenido de azúcar en sus bebidas azucaradas dentro de un año, lo que significaría una reducción significativa en la cantidad de azúcar consumida por los mexicanos.

“Ayer sacó un desplegado justo todo el grupo Coca-Cola, en el que dice que dentro de un año, en 12 meses, es decir, octubre del 2027, el 70 % del volumen de su portafolio de Coca-Cola original va a tener 30 % menos azúcar. Como referencia, países como Reino Unido, tardaron cuatro, cinco, seis años en lograr esto”, destacó. 

Diferenciación de Precios: Se garantizará que los refrescos «light» y sin azúcar tengan una diferencia de precio visible respecto a los productos azucarados, para que los consumidores opten por opciones más saludables.

Publicidad Responsable: La industria se comprometió a dejar de publicitar refrescos dirigidos a niños y adolescentes, así como evitar la promoción de presentaciones de alto volumen, como las de tres litros, que fomentan el consumo excesivo. En cambio, se enfocarán en promover las versiones «light» y sin azúcar.

Desde Palacio Nacional, Clark explicó que estos compromisos son públicos y estarán sujetos a monitoreo para garantizar su cumplimiento. 

“Si nosotros seguimos viendo que hay publicidad con niños y adolescentes, claramente no lo están cumpliendo. Y nos reservamos siempre el derecho a que en los siguientes ejercicios no tengamos la misma buena fe (...) Si creemos que les vamos a dar la oportunidad de cumplir, si no lo cumplen, el Gobierno de México tiene muchísimas herramientas para generar mecanismos ya más fuertes”, advirtió.

Por último, apuntó que “la recomendación de la Secretaría de Salud sigue siendo la misma, no tomemos refresco si es posible, pero para aquellos que lo vayan a seguir tomando va a tener menos efectos perjudiciales para la salud”.

Insuficiente IEPS a bebidas azucaradas de acuerdo con recomendaciones internacionales: ASA

A pesar de la aprobación por parte del Congreso de la reciente propuesta del Ejecutivo Federal de incrementar el IEPS a las bebidas azucaradas y con edulcorantes como parte del Paquete Económico 2026, organizaciones de la sociedad civil han manifestado que esta medida es insuficiente.

A través de un boletín, la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) argumentó que no alcanza el porcentaje recomendado por organismos internacionales para lograr una reducción significativa en el consumo de estas bebidas. México, que se encuentra entre los países con mayor consumo de refrescos per cápita a nivel mundial, enfrenta graves consecuencias para la salud pública, con más de 230,000 nuevos casos anuales de diabetes y enfermedades cardiovasculares relacionadas directamente con este consumo.

México ya cuenta con un impuesto a las bebidas azucaradas desde 2014, pero el impacto de este ha disminuido debido a la inflación y el aumento de los precios. Aunque la propuesta aprobada eleva el IEPS de 1.64 a 3.08 pesos por litro, el porcentaje del precio final es solo del 13%, muy por debajo del 20% recomendado. A pesar de ser pionero en la implementación de este impuesto, México se encuentra entre los países con las tasas impositivas más bajas.

La ASA también asevera que aunque la inclusión de bebidas con edulcorantes no calóricos en el IEPS es vista como un paso positivo, el impuesto más bajo para estas bebidas podría incentivar su consumo, a pesar de los riesgos para la salud asociados. Se teme que esta medida pueda ser influenciada por la industria refresquera, la cual ha mostrado oposición a políticas de salud pública previas. 

“Hacemos un llamado para que autoridades se mantengan firmes en la implementación y fortalecimiento del IEPS a las bebidas azucaradas y con edulcorantes no calóricos, priorizando la salud pública por encima de los intereses comerciales, en un contexto de emergencia epidemiológica, donde enfermedades como la obesidad, la diabetes y otras afecciones relacionadas con el consumo excesivo de azúcar afectan gravemente a la población, especialmente a niños y niñas, lo cual no es negociable”, concluye.

Según investigaciones científicas independientes, el consumo de edulcorantes está vinculado con resistencia a la insulina, partos prematuros, mayor riesgo de cáncer y cambios cardio metabólicos, entre otros efectos adversos para la salud.