
*La primera baja del nuevo comienzo; *Alatriste, la labia no construye caminos; *Oposición postrada, revela encuesta
1.- Relevo en subsecretaría tras tropiezos de Tarjeta Rosa
Este viernes se consumó una de las primeras bajas derivadas de los malos resultados obtenidos en el reparto y la operación de la Tarjeta Rosa, el programa más emblemático de la administración de Libia Dennise García Muñoz Ledo.
La contadora Marisol Hernández Pérez dejó la Subsecretaría de Inclusión e Inversión para el Desarrollo Social, a petición de la titular de la Secretaría del Nuevo Comienzo, Rosario Corona Amador, ante los malos resultados obtenidos tanto en la distribución de la tarjeta dirigida a mujeres, como en el aterrizaje de los recursos que se distribuyen a través de ella.
Ni siquiera le valió a Hernández Pérez su larga trayectoria como pieza de confianza de Vicente Esqueda Méndez, cónyuge de Corona Amador, desde los lejanos años del comité estatal del PAN, pasando por el entonces Tribunal de lo Contencioso Administrativo, hasta llegar a la Procuraduría de los Derechos Humanos, recientemente.
Ante el riesgo de seguir quedando mal con la gobernadora y fracasar en los proyectos que constituyen no sólo uno de los principales objetivos del gobierno actual, sino también la construcción de un entramado de corte electoral para mantener la viabilidad del panismo en Guanajuato, la secretaria optó por cortar por lo sano.
Quizá el error fue suponer que la lealtad de Hernández con Esqueda podría constituir una garantía para la conformación de un equipo compacto en el Nuevo Comienzo, que pudiera relevar al que había construido en su momento Aldo Márquez, hoy dirigente estatal del PAN.
Sin embargo, lo que hizo crisis en el caso de Marisol Hernández no fue la falta de fidelidad a un proyecto, sino su rotunda inexperiencia para manejar un programa multimillonario y una dependencia que está constituida no solo como la principal cara visible de la administración, sino también como su brazo político más robusto.
La Secretaría del Nuevo Comienzo buscará realinearse para cumplir las expectativas que ha puesto en su operación la gobernadora y para permitirle a Rosario Corona generar una expectativa creíble para un proyecto político personal.
Para ello deberá dejar atrás la influencia de Vicente Esqueda, quien supuestamente fue premiado con una sala del Tribunal de Justicia Administrativa para no intervenir más en política, algo que incumplió con la sugerencia de colocar a su coordinadora administrativa de casi dos décadas en una de las subsecretarías más importantes del gobierno estatal.
Pero las transgresiones de Esqueda a su veda política continuarán esta semana, cuando Marisol Hernández Pérez regrese a la coordinación administrativa de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guanajuato, al mismo cargo que ocupó los pasados 4 años con el hoy magistrado, nombramiento que ya fue anunciado a los empleados del organismo.
El movimiento dejará en entredicho a la primera ombudsperson mujer de Guanajuato, Karla Alcaraz Olvera, al aceptar de regreso a la funcionaria que no cumplió las expectativas en el gobierno estatal.
Si no lo es, se parece peligrosamente a una especie de pacto político de la procuradora con su antecesor y ex jefe para lograr acceder al cargo, el cual habría sido operado a través del coordinador parlamentario panista Jorge Espadas Galván.
La influencia desmedida de Esqueda se manifiesta en otros nombramientos de perfiles panistas: la ratificación de Eliseo Hernández en la secretaría general de PRODHEG, a donde dijo que no iba a regresar tras postularse como candidato a la titularidad; así como la contratación de Efraín Alcalá Chávez como subprocurador de la Región B, con sede en Irapuato.
Al fracasar como factótum en la Secretaría del Nuevo Comienzo, Vicente Esqueda concentra sus baterías en la PDHEG para mantener plazas y operadores, incumpliendo el compromiso de limitarse a su función jurisdiccional, pero además contaminando un órgano que debería ser eminentemente apartidista y técnico.
Esta situación resulta una grave afrenta al “Nuevo Comienzo”, pero también al “tiempo de mujeres” y ocurre en el peor lugar para practicar estas manipulaciones: el órgano de defensa de los derechos humanos de los guanajuatenses, que tanto ha quedado a deber desde hace años.

2.- Fiscalía: la promoción no oculta la incompetencia
En la procuración de justicia de Guanajuato no pasa nada. Ahora resulta que el gran personaje oscuro que fue Carlos Zamarripa no constituía el mayor obstáculo para que funcionara la persecución al delito y el combate a una impunidad arraigada y generalizada, sino sólo la parte lucidora de todo un aparato, como la estatuilla sobre el cofre de un vehículo de lujo.
Zamarripa está fuera, con pensión de lujo y familia instalada en la burocracia panista, pero la disfuncionalidad de la fiscalía persiste en manos de un nuevo titular que sólo parece querer disfrutar de las prebendas del cargo y autopromocionarse, pero no resolver ninguna de las grandes carencias de la institución.
Salvo ahí donde se dieron jubilaciones en cascada, aprovechando el reglamento reformado por el ex fiscal, los mandos medios y superiores de la dependencia continúan siendo los mismos y operan en los mismos términos.
Afuera, en el llano, las masacres prosiguen, los robos en ciudades y carreteras son cada vez más temerarios y ahora vemos atentados de mayor perfil contra periodistas y activistas.
La respuesta de Gerardo Vázquez Alatriste es el silencio.
No tiene mucho tiempo para atender reclamos sociales, pero sí para promocionar el haber recibido un “reconocimiento” de la Fiscalía General de la República por una labor excepcional de la que nadie tiene memoria, quizá ni siquiera él mismo.
Son pocas semanas del desempeño del nuevo fiscal, pero hasta ahora no hay una sola señal de que quiera, de que pueda o de que siquiera tenga ideas para implementar cambios profundos en una política de persecución al delito que ha fracasado estrepitosamente durante la última década.
Parece que sus iniciativas de cambio se agotaron en diseñar un nuevo logotipo y modelar como anunciante de su propia dependencia, en una campaña de promoción no solo ridícula sino vergonzosa para la situación que vive el estado.
Incluso los partidos que le dieron el voto, como Movimiento Ciudadano, ya tuvieron sus primeras pruebas de ingratitud cuando Vázquez Alatriste ni siquiera les ha tomado las llamadas para informarles del asesinato de uno de sus simpatizantes en San Luis de la Paz.
Ahora que la Gobernadora Libia Dennise García ha pactado un nuevo esquema de relación con la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, para extremar las medidas de coordinación que no acaban de cuajar, podremos saber dónde están las verdaderas trabas a la política de combate a la violencia delincuencial.
¿Eran la negligencia y la soberbia de Zamarripa los mayores obstáculos? ¿O sencillamente se trata de la incompetencia de un aparato al que ni siquiera el gigantismo presupuestal logra maquillar en su enorme disfuncionalidad?
Alatriste no parece saber dónde está parado y la labia, acompañada de cursilería publicitaria y autopromoción, no le servirán para llegar muy lejos.
3.- La encuesta que prende las alarmas
Aún muy temprano en la carrera por la elección intermedia del 2027 en el país, la firma encuestadora Buendía & Márquez publicó una encuesta en conjunto con El Universal, que mostró un panorama preocupante para las fuerzas opositoras a Morena, principalmente el PAN.
De acuerdo a la medición realizada en febrero, el Partido Acción Nacional estaría sufriendo una fuerte caída con 8 por ciento de preferencia electoral, un punto arriba del PRI y dos por debajo de Movimiento Ciudadano que alcanza un 10 por ciento.
Apenas un 3 por ciento de la muestra se identifica con el PAN y un 5 por ciento con el PRI. Esos partidos acaparan el rechazo de los encuestados con un 62 y 66 por ciento, respectivamente.
La población que participa en el estudio considera que ninguno de esos partidos representa con solvencia una postura de oposición al actual régimen y una abrumadora mayoría de 88 por ciento, no sabe o considera que ninguno ocupa ese papel en la actualidad.
De la muestra forma parte Guanajuato con un 4.5 por ciento de las unidades de muestreo, ligeramente por debajo de la representatividad de su población a nivel nacional.
Los ideólogos y estrategas del PAN y de su gobierno, si es que todavía los hay, tendrían que estar revisando con lupa el estudio de opinión, pues sus márgenes se fueron estrechando en la última elección hasta casi hacer crisis. De acuerdo a estos resultados, de entonces a la fecha las cosas no han hecho más que empeorar para ese partido y sus aliados.
Parece que de momento eso no preocupa, pues las abrumadoras campañas de publicidad estatal y las encuestas con venta al mejor postor, permiten una especie de autoengaño, del que, sin embargo, despertar demasiado tarde podría resultar fatal .
15 de marzo de 2025, 14:57
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